Tus errores pueden ser un reto, un trampolín que te permita saltar hacia un futuro mejor, un montón de oportunidades de ser cada vez más tú, más auténtico, más pleno, más feliz.
Nuestros errores no son deseables pero quizá sí necesarios para aprender a vivir bien la vida. Un niño necesita caerse para aprender a caminar. Y su Padre siempre está dispuesto a levantarlo para que vuelva a intententarlo. Y finalmente, camina. Tú camina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario